«Ulises
se preguntaba por qué navegar por el Mediterráneo se asimilaba
constantemente a un hecho feliz cuando en los textos mitológicos el
acto de embarcarse siempre va acompañado de lágrimas en los ojos y
de terror en el corazón de los héroes ».
Cuando
siento abulia o ese típico tedio de los largos y sofocantes días de
verano, sólo en el mar encuentro consuelo. Ir a pasear por la playa,
sumergirme bajo las olas y disfrutar de la sal en mis labios, bucear,
descansar, sentir la respiración de la inmensa masa de agua. La vida
entorno al mar es intensa y muy sensorial, y no hay mejor manera para
captar esas sensaciones que mediante la lectura. Con un libro entre
tus manos, los sentimientos se materializan, cobran cuerpo
plasmándose entre las hojas, instalándose entre los puntos y aparte
en forma de imágenes, salitre y los sonidos del mar. Un refuerzo
positivo es lo que ofrece Manuel Vicent
en su obra más popular, Son de Mar.
En
ella, nos dejamos llevar por la brisa marina y los influjos de
tiempos pasados, donde héroes y dioses pugnan por la supremacía del
recuerdo. Es una narración paralela entre los sueños, la mitología
y la realidad, con una dosis extra de mediterráneidad. Manuel Vicent
consigue con esta obra transportarnos a orillas del levante, entre
naranjos y pescadores, entre atunes y azahar para que seamos presa de
la epidemia de esta tierra, que altera los sentidos y exacerba las
pasiones.
«El
olor a miel que se establecía en este paraje de Circea durante la
floración de los naranjos actuaba como uno de esos meteoros que
generan pasiones horrendas e irresponsables en otras partes del
planeta. Bajo su influencia cualquiera podía soñar impunemente».
Son
de Mar nos presenta a un
desaliñado profesor de literatura, Ulises, que sueña despierto con
los clásicos de Homero y Virgilio. Un hombre que vive atrapado en y
para sus enseñanzas y que sólo sobrevuela el mar con su
imaginación. Pero todo cambia con Martina. Ella es dulce y
transparente, ávida de historias que le hagan estremecer y le
transporten a una cueva de humedad y seguridad. Juntos comienzan una
bella y poética historia de amor, que sólo el mar es capaz de
romper, cuando el destino hace justicia con el nombre de Ulises.
En
conclusión, una novela con la fuerza del mar, llena de simbolismos y
referencias clásicas de donde se infiere la inmortalidad de ideas
clásicas como la búsqueda de la propia identidad o las segundas
oportunidades. Manuel Vicent consigue hacer ágil y amena una
historia de amor y tormenta, de sentimientos y sueños. Sin duda una
lectura inmejorable para estos meses de verano y a ser posible para
degustar frente al mar.
Fd:
El lector Invisible
¡Hola! Nunca había oído hablar de este libro, la verdad. Aunque lo he intentado en varias ocasiones nunca he conseguido leer las dos novelas de Homero, aunque sus mitos siempre me han apasionado. Muchas gracias por recomendarme este libro y Lobo de mar, otro que ya me he apuntado a mi lista.
ResponderEliminarUna gran reseña, como todas las tuyas!
Un abrazo
Aunque conocía a este autor, quizás junto con Chirbes, el escritor valenciano más destacado y con más prestigio del momento, nunca había reparado en él, y eso que con esta novela ganó el premio Alfaguara, así que imagínate la sorpresa de mi "descubrimiento". Sensacional novela, no me cansaré de recomendarla.
EliminarSaludos!!